Tengo el recuerdo, de niño, de ver a mi padre haciendo ñapas en casa; a veces enfadándose y dando golpes a las cosas hasta el punto de que las rompía. Una vez estaba colocando un toallero en el baño y como no conseguía que entrase le dió un golpe y se vinieron abajo varios azulejos. Durante mucho tiempo pensé que utilizar la fuerza y darle patadas a las cosas cuando no querían entrar en su sitio, era la forma de proceder. Creía haberlo aprendido de mi padre. Lógicamente, de adulto entendí que enfadarse no ayuda a resolver ningún problema. Dejé de darle patadas a las cosas.
Un día, no hace mucho, me puse a arreglar algo con mi padre y me dí cuenta de que en verdad no se enfada, sino que se concentra y como es un hombre con mucha fuerza en las manos, a veces se pasa, aunque a menudo resuelve rápido situaciones que requieren mucha fuerza física. Él solo, con las manos, hace trabajos que requerirían a dos personas y herramientas específicas.
Entonces me di cuenta de que uno no aprende lo que los demás le enseñan, sino lo que interpreta que los demás le enseñan.
¿Qué ideas abré asumido en mi vida, pensando que me las había enseñado alguien, cuando en realidad fueron errores de percepción mios?