Nuestra organización siempre ha sido explícita a la hora de fomentar las buenas prácticas de programación; todas las personas que forman parte de la misma saben que la dirección valora el código fácil de mantener y bien testado, con baterías de test sólidas, así como una arquitectura bien pensada y proporcionada. Saben que se valora la pericia con el lenguaje de programación y las dotes de modelado y diseño de software. Sin embargo no se había hablado explícitamente de lo mucho que valoramos el potencial de la tecnología, sobre todo de las herramientas en auge como la IA, block chain, data engineering, IoT, …

Hace pocos días tuvimos una reunión de toda la compañía donde expresé explícitamente mi interés por las deep tech y reconocí públicamente su gran potencial. El impacto ha sido mucho mayor del que me esperaba, de repente la gente se ha sentido empoderada para hablar de su interés y de su conocimiento en estas áreas. De repente hemos descubierto que muchos trabajos de fin de grado se habían hecho en esta línea y que la gente está super interesada y quiere avanzar en dichas areas. Lo que me llama la atención es que de alguna manera eso no había salido a la luz hasta que el líder de la organización lo valora positivamente en público. Ha provocado que ahora las personas tengan iniciativas, nuevas ideas, más motivación e incluso que vean más y mejores opciones de futuro profesional.

He aprendido una lección muy importante sobre liderazgo: aquello que un líder no dice, es fácilmente percibido como que no interesa o que carece de valor. El lider debe averiguar cuáles son los intereses y habilidades de su equipo, para después ponerlas en valor mediante un reconocimiento público y así empoderar a las personas y que desarrollen todo su potencial, o al menos que su motivación aumente. Los humanos necesitamos que “nos den permiso” explícitamente para sentir que “tenemos derecho” a  hacer las cosas, incluso las que nos gustan mucho. No son muchas las personas que deciden darse permiso a sí mismas, quizá por eso no actuamos tanto como nos gustaría.