Crear contenido de calidad lleva tiempo, requiere constancia, cuidado y pulido antes de ser publicado. Hay que dejarlo reposar unos días (o semanas) antes de la publicación, volverlo a ver y repasar varias veces. Los buenos libros, películas, documentales, o incluso cursos online no se pueden hacer con prisa para cumplir con una fecha de entrega. Cuando escribo con prisa me dejo atrás información que se me ocurre días después. En general me vienen menos ideas a la mente y me cuesta más hilar las que vienen. El proceso creativo no puede hacerse pensando en la publicación, sino en crear cada día y disfrutar de ello olvidándose del tiempo. En la medida en que puedo evitar comprometerme con los demás en una fecha de entrega, lo hago y si lo consigo evitar totalmente, mejor. Así lo estoy haciendo con mi nuevo libro, que estimo que podría estar listo hacia verano y sobre el que empecé a pensar en septiembre del año pasado. No dedico la energía a meterme prisa, sino a sentarme a escribir con constancia y sosiego todos los días.