Hay alguna faceta de tu vida en la que tienes la confianza de saber hacer. Te sientes capaz de realizar una labor y de hacer frente a las dificultades que puedan surgir por el camino, con energía y ánimo, con el optimismo que te da saber que lo conseguirás, porque ya lo has hecho más veces. No es que pienses que lo harás perfectamente, sabes que quizás te equivoques, pero confías en que lo podrás arreglar por el camino y sabes que la perfección no existe. Los grandes músicos a menudo meten alguna nota equivocada durante su actuación, pero saben que son capaces de arreglarlo sobre la marcha para que el público no se dé cuenta. Ya no te acuerdas de cómo ni cuándo adquiriste esta confianza en esta faceta de tu vida que te hace sentir capaz y dar la bienvenida a lo que venga, sabiendo que lo harás lo mejor posible y que eso es suficiente. Que ya eres lo que estás llamado a ser. En esa faceta de ti en la que te sientes suficiente válido, no necesitas la aprobación de nadie. Te aceptas con una autoestima serena.
Bien, el truco está en llevar esta mirada interior al resto de facetas de tu vida. Tratarte con la misma confianza, positividad y serenidad en todo lo que hagas es una decisión que puedes tomar ahora. Es posible sentirte capaz en el resto de tus facetas porque lo que te hace conseguirlo en una, es lo mismo que te hace conseguirlo en las otras. Es la narrativa que te cuentas dentro de tu cabeza.