Según Wikipedia, “la huella de carbono es la medida del impacto que provocan las actividades del ser humano en el medio ambiente y se determina según la cantidad de emisiones de GEI producidos, medidos en unidades de dióxido de carbono equivalente”.

Las conferencias y demás eventos TIC están de moda, han florecido y cada año existen más eventos. Son muy interesantes y los tickets se venden enseguida. Decenas, cientos o miles de personas se desplazan para participar en estos eventos. Nuestra posición privilegiada nos ha permitido reflexionar, hablar de ética y poner encima de la mesa temas como la diversidad, la brecha digital o las opciones alimentarias. Aún queda mucho por hacer en ambos asuntos pero ya se está empezando a crear conciencia. Sin embargo creo que la huella de carbono es una gran desconocida. El desplazamiento de tantas personas supone emisiones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
Y es muy fácil contrarestarla, hacer que nuestros eventos sean sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Es más fácil que hacer las camisetas del evento! un coste ridículo para nuestra bolsillo.

Lo primero es saber cuál es nuestro impacto. Existen multitud de calculadoras de emisiones online:

Te permiten elegir origen y destino en avión o coche y saber cuánto CO2 se emitirá. Para hacernos una idea, en el open space Socracan 2017 de Gran Canaria, donde vino gente de la Península Ibérica, Baleares, Alemania e Inglaterra, (unas 80 personas), mis cálculos fueron 56 toneladas de CO2.

Una solución consiste en reducir los viajes pero como primer paso es un salto demasiado grande. Queremos seguir asistiendo a estos eventos. La solución fácil es empezar contrarestando nuestro impacto plantando y protegiendo los árboles. Esto se llama “Carbon offset”. Los árboles se comportan como atrapa-gases, retienen el CO2. Cuanto más grande el árbol más retiene. Los árboles más grandes están en lugares como el amazonas, la selva. Existen organizaciones que se dedican a comprar hectáreas en esas zonas para protegerlas de la tala, que a menudo se realiza para producción de aceite de palma y otros productos industriales. Este gesto de paso protege a la población local para que las multinacionales no les arrebaten la riqueza de su tierra. Tanto Cool Earth como MyClimate y otras tantas realizan esta labor. Disponen de calculadoras que miden cuánto cuesta plantar o proteger árboles, de modo que en función de la emisión de CO2 calculan cuánto dinero hay que donar a la causa. Volviendo al ejemplo de Socracan 2017, salian unos 1400 euros para contrarestar la huella. Entre 80 personas hubiese supuesto un coste de 17.5€ por persona. Una cantidad que cualquiera de los que asistimos podría asumir.
Tras el evento se estuvo comentando que esta donación se podría hacer a título personal pero eso lo complica todo mucho más. Es más dificil que 80 personas hagan todo el cálculo de su huella y se realicen 80 pagos, que gestionarlo a nivel de la organización. Lo comparo con hacer camisetas para el evento. Si cada persona tuviese que hacerse su camiseta para el evento, habría pocas. Pero cuando el precio del evento incluye la camiseta todo el mundo está contento de recibirla. Igual que los precios se calculan para comprar comida y hacer camisetas, mi propuesta es añadir una partida para contrarestar la huella de carbono. En el formulario de inscripción se podria animar a la gente a indicar la cantida de CO2 que supondrá su viaje usando alguna calculadora. Y como mucha gente no rellenará la información, finalmente se puede hacer una estimación a groso modo. Al menos se puede calcular lo que cuesta que vengan los ponentes de orígenes más lejanos.

Yo estaría muy contento de asistir a eventos que hacen explícito el coste de nuestro estilo de vida y trabajan de forma creativa en soluciones. El sector digital es muy creativo, tenemos todos los ingredientes para hacer cosas muy chulas, de mucho impacto social y ambiental.
Las TIC tienen cada vez mayor impacto en la sociedad, nuestras profesiones tienen mucho que ver con el futuro de la sociedad y del medio ambiente. Tenemos mucho poder y eso en mi opinión conlleva mucha responsabilidad. Podemos servir de ejemplo a otros colectivos en cuanto a la diversidad y el respeto, tanto hacia las personas como a los animales y a la naturaleza.