Así que crees que tal o cual persona es un super gurú venido de otra galaxia como los personajes de Dragon Ball… claro…. te crees el mito y eres fan de tal persona, le idolatras. Amigo, tienes que madurar.

Nadie es mejor ni peor que tú. Nadie es mas ni menos especial que tú. Si todavía no lo ves, tienes que seguir madurando. Todos tenemos que seguir madurando, pero en lo que respecta a las expectativas que te creas de los demás, te invito a que las deseches.

Todos tenemos cosas relativamente únicas y a la vez todos somos iguales. Lo que realmente tiene magia es la interrelación y la colaboración. Entre todos, entre un equipo, las cosas sí salen adelante como por arte de magia y el grado de satisfacción es realmente sano.

Ultimamente voy a sitios donde no conozco a gente que ha oído hablar de mí y cuando me dicen que soy famoso o que soy un gurú me entra la risa.El efecto es el siguiente: cuando sólo han oído hablar de mí, recibo un trato especial, halagos y expectación. Cuando les digo a la cara que no soy mas listo ni más capaz que ellos y muestro mis fallos, entonces paso de ser una estrella a ser una mierda. Es la caída desde la alta expectativa. ¡ni una cosa ni otra!

No debemos evaluar a las personas por lo que dicen de ellas, los rumores son perversiones de la realidad. Me gustaría que me reconociesen por mi trabajo, por las ganas que le pongo y por tratar de mejorar, sobre todo cuando me equivoco. No que me tomen por lo que no soy cuando me conocen y luego me infravaloren cuando digo que soy como cualquier otro, que sólo trato de vivir la vida como voy entendiendo que quiero y puedo hacerlo. Escribo y hablo en público porque me gusta compartir, porque donde yo vivo no hay trabajo para que me quede quieto en casa. Si quiero hacer lo que me gusta tengo que moverme, ser activo. Ser un famosillo no es el objetivo, no debería serlo para nadie con mas de 15 años. Creer en famosillos tampoco. Cree en tí mismo.

Ultimamente está habiendo un movimiento curioso en la comunidad Agile-Spain y con el tema de la artesanía, que parece resaltar la figura del gurú todo-poderoso. Se piensa que determinadas personas son mágicas y aparecen fans por todas partes. Es un punto de vista erróneo (como siempre en mi opinion, que para eso es mi blog). El verdadero ideal de la artesanía del software es el de ser más profesionales, hacer mejor el trabajo, ponerle toda la atención posible y mejorar constantemente.
Paradójicamente, las técnicas ágiles se han inventado para hacer frente a nuestras limitadas cualidades intelectuales mediante disciplina, potenciando el trabajo en equipo, la participación. Y alguna gente anda pensando que se trata de seguir a un tío que sabe más que nadie y que tiene una barita mágica para iluminarnos. Wrong!

Tenemos que madurar y dejar de creer en cuentos. A mayor expectativa, mayor decepción. Lo que estamos persiguiendo es la excelencia técnica a través de la motivación de las personas, con ayuda de la comprensión, la empatía, la paciencia, constancia y el sentido común. La figura del “crack” no me pega para nada con las metodologías ágiles. Paradójicamente algunos se lo creen.

Alguna gente me dice que si sigo diciendo que soy normal y corriente perderé la fama de mito. ¡ojala! lo que quiero es ser reconocido como profesional, como currante, con ganas y buena voluntad. No me voy a cansar de repetir de que estoy continuamente aprendiendo y que me sigo metiendo buenas cagadas con desarrollos y con tantas otras cosas. Gracias a los métodos ágiles, cada vez voy equivocandome antes y así, readaptando y mejorando. Eso es la agilidad en mi opinion.

Los que están en esa posición de ser admirados deberían utilizarla para ayudar a los demás a sentirse más felices consigo mismos, con su vida profesional e incluso personal. Es cómodo acostumbrarse a los halagos y vivir en la nube, pero es engordar el ego para bien de nadie. Cuando te mueras, no te vas a llevar nada de eso. Quedará de tí lo que dejases en los demás.

Desgraciadamente parece que esta idea de que el desconocido y el extranjero son más que uno, es muy española. Como digo, lo peor es luego el efecto rebote. Cuando voy a trabajar como mentor y coach a las empresas, el efecto es muchísimo mayor cuando les han hablado bien de mí. Cuando entro por la puerta y me han vendido como una estrella, la gente escucha atentamente lo que digo y me hacen caso sin conocerme de nada. Si me conocen no me valoran. En un sitio donde nunca me han visto como Huesca, hacemos un dojo y se llena hasta la bandera. En Canarias les digo a los amigos del grupo que les doy un curso de TDD gratis y pasan del tema. Total como ya echamos las birras juntos… (ojo, no digo que mis amigos del grupo agile-canarias no me tengan estima).
Por exceso o por defecto, no hay una correspondencia con como creo que debería de ser. Hay que intentar aprender de todos, aprovechar lo bueno de cualquiera, y cuando alguien te presta ayuda, ser agradecido. Sea famoso, o sea tu peluquero.

Las personas de agile-spain con las que mejor me llevo son las que me han tratado exactamente igual antes de conocerme que despues de jartarnos de birras juntos o de ver código malo mío. Intentamos aprender unos de otros sin envidias ni exaltaciones.

La naturaleza de nuestro ego es querer sentirse distinto y especial, es humano. Por es la gente está orgullosa de pertenecer a una comunidad como agile-spain, porque creen que eso les convierte en algo diferente hacia mejor. Sin embargo, no veo nada distinto en agile-spain a lo que veía hace 10 años en las comunidades de usuarios de linux. Algunos buenos profesionales y algunos que necesitan madurar algo más que otros. Por esto la palabra “agile” suena mal en algunos ambientes, porque ha pasado a ser dogma (bueno, también porque la han usado pero luego no tenían ni idea de “agile”). Estar en la comunidad agile-spain no te hace mejor profesional. Demuestralo con tu trabajo, demuestralo siendo mejor compañero.
Cuando hablo con un cliente que no ha oído nada de “agile”, no voy diciendole “agile”, “scrum”, “tdd”… le hablo de valores. De entregas tempranas e iterativas. De colaboración, de valor, de satisfacción para el cliente.

Nos pasamos la vida comparando a los demás con uno,… “más listo”, “más tonto”, “más guapo”, “más feo”… cuando en realidad no hay mejor sensación que la de ver que los otros son capaces de sentir como uno, y viceversa. Sentir que somos iguales.

Para que las metodologías ágiles o cualquier otras pongan a nuestra profesión en el lugar que merece, tenemos que madurar nosotros primero. Dejarnos de pajas mentales y trabajar duro. En equipo, con humildad, con ilusión, sin límites mentales.